El cultivo de orquídeas requiere atención a ciertos cuidados específicos, ya que aunque son resistentes, también pueden ser delicadas si no se les proporciona el ambiente adecuado. La mayoría de las orquídeas prefieren un lugar bien iluminado pero sin luz solar directa, con buena ventilación y alta humedad. Es fundamental utilizar un sustrato especial como corteza de pino, fibra de coco o musgo sphagnum que permita un buen drenaje, ya que el exceso de agua puede pudrir sus raíces. El riego debe ser moderado, permitiendo que el sustrato se seque parcialmente entre riegos. Además, es recomendable fertilizarlas cada cierto tiempo con abonos específicos para orquídeas, especialmente durante su etapa de crecimiento. Con los cuidados adecuados, estas flores no solo prosperan, sino que pueden florecer año tras año, brindando un espectáculo natural único y duradero.

orquídeas fantasma

Es una de las orquídeas más enigmáticas y buscadas del mundo. Crece en los pantanos y bosques húmedos de Florida, Cuba y algunas zonas del Caribe. Lo curioso es que carece de hojas, así que toda la fotosíntesis la hacen sus raíces verdes que se adhieren a los troncos de los árboles. Su flor blanca parece flotar en el aire, de ahí su nombre “fantasma”.

Orquídea zapatilla de dama

Originaria de las selvas de Borneo, es considerada una de las orquídeas más lujosas y raras del planeta. Su nombre se debe a la forma de su labelo, que parece un pequeño zapato o zapatilla. Lo que la distingue es la belleza de sus pétalos largos y rayados, que pueden extenderse como alas.

orquídea mono

Esta orquídea proviene de los bosques nublados de Guatemala, Ecuador y Perú, en altitudes entre 1,000 y 2,000 metros. Su nombre se debe a que la forma y disposición de sus flores recuerdan sorprendentemente la cara de un mono, con lo que parece nariz, boca y ojos.